Blog
8 signos de Trauma infantil reprimido en adultos
Nos encontramos en una sociedad que hemos normalizado el trauma, crecemos con familiares amigos que en tono de burla le van diciendo al niño cosas que opinan sobre él, este a su vez se va creyendo todo, va quedando grabado en su memoria como una verdad, y crece con una imagen distorsionada de quién realmente es, padres que pierden el control frente a sus hijos, invalidan la emoción de un niño con frases como “no pasó nada”, le enseñamos que lo que importa es como te vez por fuera, pero no cómo conectar con sus emociones, y no para la lista de lo que vamos considerando “normal”.
Y al no poder ver el daño emocional que esto hizo en ti, simplemente estas negándote a la posibilidad de tener una vida más alineada contigo y lo que deseas.
Pero si comenzaste el viaje de sanar la herida infantil, cuidado con caer en el error de decir “ya yo perdoné” o no tengo nada que perdonar porque hicieron lo mejor que pudieron.
TE CONFIESO que yo misma caí en la trampa de pensar que tan solo con hacer ejercicios de perdón iba a poder sanar las heridas que habían dentro de mí.
El proceso de sanar no solo lleva ese paso, también necesitamos accesar a unos niveles de nuestra memorias, que algunas no las podemos ni verbalizar, porque eramos muy pequeños, y quedaron grabadas en nuestro cuerpo, y lo más importante el compromiso con el proceso para poder llevar actividades DIARIAS que permitan a tu sistema volver a su estado natural.
Por eso te quiero dejar una lista de alertas que te pueden estar indicado que hay que sanar al niño herido:
- Problemas de ansiedad: puede manifestarse como ataques de pánico, sudores fríos, pensamientos intrusivos o una sensación generalizada de miedo, conocida como la hipervigilancia.
- Problemas de depresión: lo puedes ver reflejado en falta de interés en la vida, cambios de humor extremos, falta de energía y una sensación generalizada de tristeza.
- Problemas de sueño: problemas para conciliar el sueño o permanecer durmiendo. Esto puede ser debido a pesadillas o flashbacks que te pueden estar ocurriendo durante la noche.
- Problemas de relaciones interpersonales: dificultad para establecer relaciones saludables y estables con parejas, amistades y en el trabajo, como conscuencia a la falta de confianza y sensación de inseguridad, por lo que puedes terminar aislándote socialmente.
- Problemas de autoestima: baja autoestima, sentimientos de no ser lo suficientemente bueno o que no mereces amor y felicidad.
- Problemas de control emocional: puede que tengas dificultades para controlar tus emociones. Puedes sentir que tus emociones son demasiado intensas o que no puedes controlarlas en absoluto.
- Problemas de memoria: dificultad para recordar eventos específicos de tu infancia. Esto puede deberse a que el trauma ha sido reprimido o a que tu cerebro ha bloqueado estos recuerdos para protegerse.
- Problemas de somatización: como por ejemplo dolores físicos inexplicables, como dolores de cabeza, dolores de estómago o dolores musculares. Estos síntomas pueden ser una forma en que el cuerpo trata de procesar y expresar el trauma reprimido.
Siempre lo repito y no me cansaré:
la vida no es como los cuentos de hadas con pajaritos, y viene con factores estresantes constantes, esto es la típica experiencia de un adulto.
Ahora bien, las personas con traumas infantiles reprimidos se encuentran incapaces de hacer frente a estos eventos cotidianos y, a menudo, atacan o se esconden.
Es posible que descubras que atacas a los demás de manera infantil o haces berrinches cuando las cosas no salen como quieres. Esto solo quiere decir que estás retrocediendo a ese estado original en el que estabas durante el trauma y tratando de protegerte.
Así que no hay nada malo en tí, solo que tu sistema se encuentra desregularizado.
Recuerda que tú salud mental y emocional sean TU PRIORIDAD.
Recuerda que nuestro primer encuentro es gratis, y si ya sientes que tus pies están listos para dar el paso a la liberación, puedes agendar aquí