Blog

Caminando hacia mí: Reparentización

 

¿Alguna vez has sentido que estabas atrapado en patrones que parecían repetirse una y otra vez?

 

En casa me sentía como pisando huevos, cada día no sabíamos cómo mi mamá iba a estar de humor, entonces tenías que caminar con cuidado, medir tus palabras, el tono, y más, porque esto podía molestar a mamá.

Buscando como esto se repetía en mi vida, recuerdo que mi primera jefa en mi trabajo como profesional era igual al llegar al trabajo, no sabías con qué te iba a salir, entonces en las mañanas le decía “buenos días” y si te respondía: “Días, porque de buenos no tienen nada” ya sabías que era un mal día para presentarle bocetos, ideas, etc.

Otro de mis jefes me decía “los meto en una licuadora y no sale nada bueno”.

Así vamos repitiendo estos patrones que no son saludables y tal vez te encuentres reaccionando de la misma manera ante ciertas situaciones, o te cueste formar relaciones saludables. Es lo que también se puede referir a re-vivir el trauma. Repetimos situaciones sin darnos cuenta, porque es lo que conocemos.

Si es así, podría beneficiarte volverte tu propio padre. La reparentalización es una técnica terapéutica que consiste en identificar y sanar las heridas que nos infligieron durante la infancia.

Estas heridas pueden tomar muchas formas: negligencia, abuso, crítica o incluso algo tan aparentemente inocuo como la falta de atención o validación.

 

Si deseas identificar si esta herida te está afectando, puedes descargar el test de las Heridas Infantiles aquí.

Cualquiera que sea la fuente, estas heridas pueden dejar cicatrices profundas que pueden afectar tu capacidad para funcionar de manera saludable como adulto.

La idea detrás de volver a ser padres es revisar estas heridas y brindarte el cuidado y la atención que necesitabas pero que no recibiste de niño. Al hacerlo, aprendes a nutrirte y crear una vida saludable y plena para tí.

 

 

Aquí  te dejo algunas maneras de comenzar el proceso de reparentización:

  1. Identifica sus heridas: Tómate un tiempo para reflexionar sobre tú infancia y piensa en las experiencias que pueden haberte dejado sintiéndote herido o abandonado. Tal vez te sentiste ignorado por tus padres, o tal vez fuiste criticado o castigado en exceso. En cualquier caso, es importante identificar estas heridas para que puedas comenzar a curarlas. A mí me gusta esta pregunta como ejercicio: ¿qué sucedía entre mami y papi entre que estabas en la barriga hasta tus 18 años? (recuerda que puedes descargar el cuestionario auto-administrable para guiarte)
  2. Practica la auto-compasión: es fácil ser duro con nosotros mismos, especialmente cuando lidiamos con heridas de la infancia. Pero es importante practicar la autocompasión y recordar que estás haciendo lo mejor que puedes. Trátate a ti mismo con la misma amabilidad y compasión que le ofrecerías a un amigo cercano. Encuentra formas de nutrirte: piensa en las cosas que te hacen sentir feliz y satisfecho, y tómese un tiempo para ellas. Tal vez disfrute pasar tiempo en la naturaleza, o tal vez encuentre consuelo escribiendo o pintando. Sea lo que sea, prioriza estas actividades y conviértalas en una parte regular de tú rutina.
  3. Establece límites saludables: a medida que comienzas a reparentizarte,  es posible que descubras que ciertas relaciones o situaciones te están disparando las heridas. Es importante establecer límites saludables y comunicar tus necesidades a los demás. Esto puede ser un desafío, pero es una parte importante del proceso de curación. Comienzo con pequeños pasos, como no ir a la reunión que no quieres ir, porque prefieres ir a una clase baile, porque te da pena con el otro.

 

La reparentización es un viaje, y no sucederá de la noche a la mañana. Pero al comprometerse con el proceso y dar pequeños pasos todos los días, podrás comenzar a sanar tus heridas y crear una vida que se sienta más plena y auténtica.

 

Recuerda, mereces amor y cuidado, y tienes el poder de dártelo a ti mismo.

 

En este espacio de descargables, puedes encontrar diferentes herramientas que te pueden acompañar en el viaje a la Sanación de la Herida Infantil.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *