Blog

¿Por qué me cuesta aceptar que la Herida Infantil me la crearon mis padres?

Aceptar que la herida infantil que llevas contigo fue creada por tus padres puede ser un proceso difícil y doloroso, especialmente si tienes una relación cercana con ellos. Algunas posibles razones por las que te puede costar aceptar esto pueden incluir:

  1. Lealtad hacia tus padres: Puedes sentir una fuerte lealtad hacia tus padres y no querer culparlos o responsabilizarlos por cualquier dolor o sufrimiento que hayas experimentado. Es posible que sientas que estás traicionando a tus padres si los culpas por la herida que llevas contigo.
  2. Miedo a ser abandonado: Puedes tener miedo de que si culpas a tus padres por la herida, te abandonen emocionalmente o incluso físicamente. Es posible que sientas que necesitas mantener una buena relación con tus padres a cualquier costo.
  3. Negación: Puedes estar negando el papel que tus padres tuvieron en la creación de la herida porque es demasiado doloroso confrontar la realidad. Puedes sentir que si aceptas que tus padres tuvieron un papel en la creación de la herida, estarás abriendo una caja de Pandora de dolor y sufrimiento.
  4. Sentimientos de culpa: Puedes sentir que si aceptas que tus padres tuvieron un papel en la creación de la herida, estarás culpando injustamente a tus padres. Es posible que sientas que ellos hicieron lo mejor que pudieron y que no merecen ser culpados por cualquier dolor o sufrimiento que hayas experimentado.

Es importante recordar que aceptar que tus padres tuvieron un papel en la creación de la herida no significa que los estés culpando o responsabilizando completamente por el daño emocional que has sufrido.

 

 

Además, puede ser difícil aceptar que tus padres te han causado dolor porque, como niños, a menudo dependíamos de ellos para nuestra supervivencia física y emocional, y es natural que queramos creer que nos han cuidado de manera adecuada. También es común que los niños de padres negligentes o abusivos se culpen a sí mismos por la situación y se sientan responsables de la falta de atención o de afecto.

Aceptar que la negligencia emocional ha afectado tu vida adulta es el primer paso para sanar y superar sus consecuencias.

 

 

Buscar la ayuda de un terapeuta o un profesional de la salud mental que tenga experiencia en trabajar con personas que han sufrido negligencia emocional puede ayudarte a procesar tus emociones y a encontrar formas de sanar la herida infantil. A medida que avanzas en tu proceso de sanación, puedes aprender a establecer límites saludables, a reconocer tus emociones y a construir relaciones significativas y satisfactorias.

Lista para liberarme

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *